El viernes 22 de agosto, el jurista y Faculty of Excellence, José Ramón Cossío, ofreció en el Tec campus Puebla su charla "Hackeando la Sentencia: Metodología de Investigación para Juristas del Siglo 21".
El encuentro, dirigido a estudiantes y profesores, buscó traducir al lenguaje cotidiano cómo se construye una buena sentencia: con método, con evidencia y con sensibilidad ante los contextos actuales.
Cossío subrayó que el derecho es un un sistema construido con normas, instituciones y procedimientos; por ello, investigar con método es condición para tomar una decisión más informada. En sus palabras: “Nadie procederá a nada sin una metodología”.
El exministro también insistió en que toda resolución debe fundarse en 2 insumos: las normas, es decir, lo que dicen las leyes, tratados y precedentes; y los hechos, lo que realmente pasó y puede probarse.
“Hay normas y hay hechos y ambos deben identificarse, probarse y dotarse de sentido jurídico antes de llegar a una conclusión", comentó Cossío.
Esto significa “hackear” una sentencia: del método a la prueba
Para Cossío, “hackear” no es romper reglas, sino comprender el sistema a profundidad para hacerlo funcionar con rigor y sin atajos.
Explicó que fundamentar y motivar, términos técnicos para explicar en la sentencia qué norma aplica y la razón, así como conectar esa norma con los hechos probados, exige trabajo previo: levantar información, ordenar materiales y justificar cada inferencia.
El ponente propuso 3 movimientos prácticos para el aula y el foro:
- Configurar hechos: delimitar con precisión qué ocurrió y qué no.
- Probar hechos: usar peritajes, documentos, testimonios y, cuando corresponda, técnicas cuantitativas explicadas en lenguaje claro dentro de la resolución.
- Significar hechos: explicar qué valor jurídico tienen esos hechos a la luz de las normas aplicables.
Con ejemplos históricos de prácticas arcaicas a estándares contemporáneos, Cossío mostró que la calidad de la sentencia depende menos de la retórica y más de cómo se construyen y se prueban los hechos.
"Nadie procederá a nada sin una metodología”.
IA, datos personales y transparencia
En cuanto inteligencia artificial (IA) y derechos humanos, Cossío advirtió que México carece de una autoridad nacional robusta en protección de datos personales y que el rediseño institucional en transparencia ha debilitado la vigilancia pública.
Traducido a aula y litigio: los juristas deben anticipar riesgos de uso y abuso de datos, fortalecer consentimientos informados y cuidar la trazabilidad de la evidencia digital.
También alertó sobre la expansión del rótulo seguridad nacional, categoría que, según él, se ha extendido a múltiples ámbitos y puede opacar el escrutinio de decisiones públicas si se usa sin control.
Para el alumno y el litigante, el mensaje es doble: conocer el marco y defender el espacio de la rendición de cuentas.

Del aula al espacio público: ética, cultura jurídica y memoria
Además del método, Cossío pidió a los futuros abogados un ejercicio externo: tomar posición humana y cultural frente a los casos, entendiendo su impacto social.
Recordó experiencias y casos paradigmáticos, incluida la desaparición y el uso del aparato psiquiátrico para invisibilizar personas,, para subrayar que la forma en que nombramos y probamos los hechos define a quién se protege o se excluye.
La invitación final fue clara: aprender técnicas y usarlas con ética, construir sentencias que expliquen y prueben, y defender derechos en serio en un contexto de tecnologías invasivas y categorías expansivas del poder público.
“Método, hechos probados y sentido jurídico: ahí se juega la calidad de una sentencia”, finalizó.

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